Los colibríes dependen de la vegetación con cobertura epífita natural para la construcción y camuflaje de sus nidos. Las hembras, que se encargan del cuidado de las crías, son artistas increíbles que fabrican sus nidos utilizando materiales suaves como musgos, afianzándolos con telarañas, y camuflando – los con líquenes (ayudando así también a su dispersión). Las plantas y la variedad de sus estratos ofrecen perchas indispensables para el cortejo y reproducción. Muchas especies basan sus rituales de apareamiento a través de leks (agregaciones de machos, como “bares de solteros”) y despliegues arriesga – dos que realizan desde perchas y ramas de árboles y arbustos al interior de los bosques. Los machos son muy selectivos sobre la vegetación que utilizan como área de cortejo para lanzarse en picada a altas velocidades e impresionar a las hembras, mientras defienden ferozmente sus territorios.
Fuente: https://cronicadelquindio.com/noticias/fauna-1/el-colibri-colirrufo
https://www.avesbogota.org/wp-content/uploads/2019/02/Libro_Colibr%C3%ADes_de_Cundinamarca.pdf