Estamos celebrando el centenario de la cuántica, con el propósito de facilitar la apropiación social de la descripción cuántica de la realidad y su impacto en nuestra vida diaria. Para dejar de pensar que la mecánica cuántica es un asunto “fantasmal” que solo concierne a los físicos.

La creciente capacidad humana para manipular átomos, iones, fotones y electrones individuales y la conjunción de las nuevas ciencias de materiales, la nano ingeniería, la óptica integrada y la óptica no lineal, la electrónica de baja temperatura y la física de átomos fríos ha conducido al desarrollo incipiente pero apresurado de la segunda generación de tecnologías cuánticas, entre las que podemos mencionar, la computación cuántica, el teletransporte cuántico, la criptografía cuántica y los sensores y metrología cuántica.

Entre otras aplicaciones, los sensores cuánticos nos permitirán el diagnóstico temprano de trastornos neurológicos, cáncer y enfermedades cardiovasculares; mejorar la precisión de predicciones de desastres naturales como terremotos y erupciones volcánicas; mejorar la prospección de minerales, petróleo, gas, y estructuras enterradas y la evaluación de recursos hídricos midiendo la extensión de acuíferos.

Por ello esta segunda revolución cuántica cambiará radicalmente muchas de nuestras tecnologías actuales, y podría transformar industrias que abarcan desde las comunicaciones y la energía hasta la medicina y la defensa.
Colombia debe afrontar el futuro entendiendo y apropiándose de estas nuevas tecnologías que no solo revolucionarán la ciberseguridad y las telecomunicaciones, sino redefinirán cómo vemos, como medimos y como interactuamos con el mundo.

Suscríbete a nuestro Boletín
Destacados
Síguenos en Redes