A su regreso al país en 1939, proveniente de Estados Unidos, se dedicó de lleno a la docencia y a la investigación. Fue profesor de mineralogía y ciencias en la Pontificia Universidad Javeriana entre 1940 y 1956, profesor de geofísica de la Universidad Nacional entre 1951 y 1960, y profesor visitante de la Fundación Ford en la Universidad Católica de Perú entre 1968 y 1969.

Dirigió el Servicio Meteorológico Nacional entre 1949 y 1950. Fue vicepresidente del Comité de Sismología del Instituto Panamericano de Geofísica e Historia desde 1956 hasta 1960, y miembro del Comité de Asuntos Nucleares de Colombia desde 1957 hasta 1962. Ocupó la Rectoría de la Pontificia Universidad Javeriana desde 1960 hasta 1966. Paralelamente a estas responsabilidades se desempeñó como miembro de la Junta Directiva del ICETEX. Fue miembro del Consejo Administrativo de la Federación Internacional de Universidades Católicas desde 1964 hasta 1968, y miembro la Junta Directiva del Instituto de Cultura Hispánica desde 1954 hasta 1960. Dirigió la Revista Javeriana durante muchos años, y trabajó intensamente al lado del Padre Sarasola en la creación del Instituto Geofísico de los Andes.

En territorio nacional fue distinguido como miembro de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, de la Sociedad Colombiana de Física, de la Sociedad de Colombiana de Geología, de la Sociedad Geográfica de Colombia, y del Instituto Colombiano de Petróleos. En el ámbito internacional fue designado miembro de la American Geophysical Union of Washington, de la American Association of Petroleum Geologist de Tulsa, de la American Meteorological Society of Boston, de la American Physical Society of New York, y de la Sociedad Geográfica de París.

En atención a sus méritos académicos el gobierno colombiano lo condecoró en varias oportunidades: en 1967 con la Orden de San Carlos, en el grado de oficial; en 1964 con la Medalla Francisco José de Caldas, y en 1971 con la Gran Cruz de la Orden al Mérito Julio Garavito. Mereció además la condecoración ‘Gran Cruz’ de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, en 1967.

El padre Ramírez público numerosas obras científicas, entre las cuales merece mención especial la obra titulada “Prospección Geofísica” debido a su carácter didáctico. Este sacerdote y científico colombiano falleció en Bogotá en 1980.

BIBLIOGRAFÍA

Andrade, V. 1981. “Dos científicos, dos hombres de fe”. Revista Javeriana. Bogotá. 95(471): 65-68.

“Honores y distinciones”. (Sobre Jesús Emilio Ramírez). Anales de Ingeniería. Bogotá. pp: 20-25. [s. f.]

Rev. Acad. Colomb. Cienc. 1958. “Nuestros colaboradores”. (Sobre Jesús Emilio Ramírez). Bogotá. 10(40): 285.

Rev. Acad. Colomb. Cienc. 1944. “Nuevos Académicos”. (Sobre Jesús Emilio Ramírez). Bogotá. 5(16): 556.

OEA. (eds). 1965. “Ramírez Jesús Emilio”. Científicos de Colombia. Bogotá. pp: 282.

Documentos de Archivo. Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Tomado de:

Medina Muñoz, L. R. 2000. Tradición Académica. Diccionario biográfico y bibliográfico

de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Edición Especial, pags. 304-305. Publ. Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Bogotá, D.C.